A propósito del futuro de las carreras profesionales agropecuarias por Ing. Zoot. Pedro Córdova Alva, M.Sc. en Nutrición.

A propósito del futuro de las carreras profesionales agropecuarias por Ing. Zoot. Pedro Córdova Alva, M.Sc. en Nutrición.

Una de las carreras que mayores desafíos enfrenta en un futuro cercano es la del profesional agropecuario, ya que la demanda de alimentos y productos agrícolas seguirá creciendo debido al aumento de la población mundial.

Entre esas carreras se encuentran las de Zootecnia, Agronomía, Agrícola, Ambientales, Economía Agrícola, Biología Molecular, Biotecnología Agrícola y Ciencias de los alimentos

Tradicionalmente, un profesional del agro, se ocupaba de cultivos y ganadería extensivos y en paralelo de la gestión económica y financiera vinculada. Hoy día, los horizontes laborales de ellos han mutado y abarcan una infinidad de aspectos antes no imaginados.

En paralelo, los recursos hídricos escasean en importantes regiones; acuíferos confinados van quedándose sin agua, lagunas que se secan (el 70% del agua dulce del mundo es utilizado en el agro).

La pérdida de biodiversidad es alarmante, y considerando que en las tierras productoras de alimento no se suele fomentar la proliferación de plantas espontáneas (“malezas”) o insectos indeseados. Al mismo tiempo debemos conservar la   biodiversidad esencial para sostener la estabilidad de los ecosistemas y sus ciclos, recursos genéticos que han dado a luz medicamentos, innovaciones en ingeniería genética ligadas al ambiente y a la alimentación…

Otro desafío viene del lado de la fertilización: los pocos yacimientos de roca fosfórica van consumiéndose, y el fósforo es un nutriente esencial para el crecimiento de los cultivos.

Se reportan importantes y críticos procesos de degradación de suelos en la superficie cultivada, los que suelen terminar en una completa inutilidad, como la salinización, que suele ser causada por riego de agua proveniente de napas con altos contenidos de determinadas sales perjudiciales,

Existe regiones enteras con rendimientos menores a su potencial ya sea por falta de agua, de fertilizantes o por daños con enfermedades y plagas no controladas.

Sin embargo, es importante adaptarse a los cambios y desafíos actuales, como:

Cambio climático: Desarrollar prácticas sostenibles y resistentes al clima; se irán modificando los ambientes de forma que puede llegar a alterar notablemente el área de distribución de los cultivos, así como la de las plagas).

Este cambio climático además es causado por emisiones de gases efecto invernadero, de las cuales el agro participa (sobre todo con dióxido de carbono, metano y óxido nitroso). Por ello, toda actividad que implique transporte de largas distancias, producciones animales intensivas que participan sobre todo en las emisiones de metano y óxido nitroso, entre otras, están siendo puestas bajo lupa (y se están planteando toda clase de estrategias y tecnologías para disminuir su impacto).

Tecnología: Integrar tecnologías como la inteligencia artificial, drones y agricultura de precisión, La tecnificación del agro ha logrado incluir la robotización del agro, creando equipos que pueden diferenciar el grado de madurez para la cosecha, así como para para la detección de celo en ganado, que empiezan a volverse más populares.

La transición hacia energías renovables la energía solar y eólica serán más accesibles y eficientes. Aquí cabe destacar la Agro Fotovoltaica.  que combina la agricultura con la energía solar al instalar paneles solares sobre campos de cultivo, un uso dual del terreno, optimizando recursos y promoviendo una agricultura más resiliente y sostenible frente a los desafíos climáticos. La agricultura regenerativa está revolucionando la forma de cultivar, esto porque se enfoca cada vez más en la salud del suelo, la biodiversidad y la resiliencia climática. Como resultado, en 2025 veremos un aumento en la adopción de prácticas agrícolas que no solo evitan el daño al medio ambiente, sino que también lo mejoran. Un ejemplo es la rotación de cultivos, el uso de compost y la integración de sistemas agroforestales., investigación, emprendimiento y restauración de ecosistemas.

La tecnología juega un papel crucial en la sostenibilidad, y las innovaciones verdes están a la vanguardia del cambio. El uso de la inteligencia artificial y el Internet están cada vez más presentes para mejorar la eficiencia energética en

Además, los avances en biotecnología están permitiendo el desarrollo de materiales sostenibles y biodegradables, producido por microorganismos como bacterias a partir de recursos renovables.

Sostenibilidad: Enfocar hacia la producción sostenible y el uso eficiente de recursos; Otro frente que viene creciendo es el de los enfoques sistémicos, como la llamada “agroecología”, la producción orgánica y toda clase de sellos y normativas orientadas a promover la agricultura responsable y las buenas prácticas de aplicación de agroquímicos. Se tiene la medición del uso de agua para obtener carne o cereales (“huella hídrica”), o de emisiones de dióxido de carbono, (“huella ambiental”) por kilómetros recorridos por el producto desde el campo hasta su colocación en las ciudades,

La sostenibilidad ha dejado de ser una simple tendencia para convertirse en una necesidad en nuestro camino hacia un futuro viable. En 2025 las prácticas sostenibles y las innovaciones tecnológicas están diseñando un mundo donde la armonía entre el desarrollo humano y el respeto al medio ambiente es posible.

Seguridad Alimentaria: Garantizar la disponibilidad y acceso a alimentos seguros y nutritivos,

En nuestro planeta la superficie cultivable no puede seguir expandiéndose a no ser que se logre la explotación de los bosques y selvas remanentes, claramente no deseable. De otro lado la población sigue en veloz aumento, estimándose que para el 2050 necesitaríamos duplicar la cantidad de alimentos producidos para satisfacer la creciente demanda

En este aspecto la economía circular propone un cambio de paradigma en la forma en que producimos y consumimos., como es el uso de residuos de cultivos para la producción de biogás y fertilizantes orgánicos, estos últimos se devuelve a los campos para mejorar la fertilidad del suelo a largo plazo. Parece que la mayor parte de las soluciones provendrán de la integración de la producción animal y la vegetal, o de la recuperación de este nutriente de fuentes diversas (por ejemplo, de aguas residuales) o del guano de producciones animales intensivas

La hidroponía masiva en ciudades o su cercanía promete resolver la producción requerida de alimentos; existen prototipos de edificios de departamentos dedicados a ella, provistos de agua de lluvia recolectada y suministros de electricidad provenientes de energías renovables — como paneles solares y energía eólica-.

Mercados globales: Entender las dinámicas de los mercados internacionales y adaptarse a sus tendencias. Además, será muy importante que posean la capacidad de pensar en términos globales, y de estar al tanto no sólo del mercado y las demandas de los consumidores, sino también de las necesidades y problemáticas del sector en todo el mundo

Conclusiones

Es importante adaptarse a los cambios y desafíos actuales para asegurar un futuro próspero en el sector agropecuario.

Incluir cursos de tecnología agrícola e innovación; fortalecer la enseñanza de prácticas sostenibles y gestión ambiental; incorporar temas de cambio climático y adaptación; desarrollar habilidades en análisis de datos y toma de decisiones basada en evidencia; fomentar la colaboración interdisciplinaria y el pensamiento crítico; incluir prácticas y proyectos que aborden desafíos reales del sector y actualizar contenidos para reflejar las últimas investigaciones y tendencias.

La sostenibilidad, sin lugar a duda, se ha vuelto el eje central de nuestras decisiones y acciones. Las tendencias agropecuarias emergentes que hoy comienzan a tomar forma son solo el principio de un cambio profundo en nuestra relación con el planeta. La economía circular, las energías renovables avanzadas, la agricultura regenerativa, son pilares sobre los que construiremos un futuro donde la prosperidad humana y la salud del medio ambiente vayan de la mano.

Por todo esto, nuestros futuros profesionales del agro, van a necesariamente encontrarse con un panorama que, si bien es desafiante, también será sumamente motivador, que les demandará sumar habilidades que serán vitales, como la capacidad de desarrollar proyectos trabajando en grupos multidisciplinarios, conciliando lenguajes técnicos disímiles; deberán desarrollar una mentalidad más sistémica para lograr incrementar la producción de alimentos teniendo en consideración sus múltiples impactos ambientales potenciales, así como ser capaces de comunicar efectivamente dichas gestiones a la sociedad, entre otros muchos temas.

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